Si hay razones para creer en un mundo mejor estoy seguro de que no son precisamente las razones expuestas por la empresa Coca-Cola en su último comercial. ¿Cómo es posible que compare tanques de guerra con peluches, el desbarajuste de las bolsas de valores con canciones, muros de la infamia con tapetes y la venta de armas con la comercialización de su bebida gaseosa? No se trata de ver el vaso medio lleno, o medio vacío, pero sí se tiene que ser muy caradura para pensar que mientras haya donantes de sangre no nos debe preocupar que exista alguien corrupto, que si se diseña una nueva arma nos debe tener sin cuidado mientras podamos comer miles de pasteles. No tiene ningún sentido. O sí, que mientras el mundo se va de culos podemos disfrutar del espectáculo con una Coca-Cola en la mano. ¡Salud!
FEDERICO MURO
FOTO: JEAN PAUL SARRAZIN
seguro se pensó en esto al cerrar los ojos, cuando la cabeza tira hacia atrás y se olvida de lo que ha visto, justo en el momento que el líquido entra.
ResponderBorrar!Menos mal tenemos la oportunidad de orinarlo con los ojos abiertos y no cagarla otra vez!
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ResponderBorrarMe pareció leer que la letra la escribió Ricardo Arjona
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