domingo, 31 de octubre de 2010

Medellín, 335

A Esteban la Alcaldía de Medellín le pidió un texto para celebrarle a "la capital de la eterna primavera" su cumpleaños 335. Como verán, sería vergonzoso haber enviado el texto que nosotros, sin vergüenza, presentamos.

Estás viejo. Acabado. Vuelto mierda. En obra (con amor). Tus calles conocen toda la violencia, todo el hambre y toda la tristeza del mundo. Has matado a tus muchachos, prostituido a tus hijas, despreciado a tus artistas, afamado a tus criminales, arruinado a tus ricos, avergonzado a tus pobres, absuelto a tus culpables, condenado a tus inocentes, limpiado a tus gamines, ensuciado tus aguas. Es increíble, en serio, que sigás vivo. Y con ganas de fiesta, porque sos al mismo tiempo el galán y la niña más bonita del baile. El Coco y la teta –sin la que, como sabés, no hay paraiso–. En vos se hunde y se pierde mi memoria esquizofrénica, llena de lo peor, y de la humanidad más desgarradora. La mejor. La que sirve. La de verdad. La que sabe a sangre y visceras. Y a mujer desnuda. Me has hecho un disparate, a tu imagen y semejanza. Por eso somos buenos tipos, a pesar de nosotros mismos. Por eso llegará el día en que por vos apagaré una velita, como un alma, y te diré: querido Medellín, larga vida a tu absurdo.

ESTEBAN GIRALDO

Foto: Juan Fernando Mejía: www.piedraenelojo.blogspot.com

lunes, 25 de octubre de 2010

Meseras en patines


Por pereza -para que octubre no pasara solo con una rayita- estas perlitas de plástico, de bobada y cursilería.


Receta del éxito: Haz caso (omiso).


Primer nuevo mandamiento: no amarás.


Al corazón humano se niega la entrada, no la salida.


Lo difícil no es que ocurra el milagro. El milagro es notarlo.


La vida es bella. El hijueputa es uno.


La vida es un golpe seco (con una expectativa de vida de 72 años y medio).


El principio de la humanidad es la planta de los pies.


¿Un hijo? No, un hijo no. Un hijo es una mala hipótesis.


Entre todos los bares de la ciudad sólo le gustarás a una mesera linda. ¡Búscala!


Un ruso siempre es un hombre que ha sobrevivido al último día de la humanidad. Un gringo siempre está viviendo el primero. Un inglés hace lo posible para que el último y el primer día sean posibles. ¿Adivine usted quién es el que echa un discurso en la academia sobre el asunto?


Un escritor es un tipo que a los treinta años de edad escribe como uno de quince. A los cincuenta escribe como uno de cincuenta. Y a los setenta, si es realmente bueno, sus libros tienen la edad de todos los hombres.


De la importancia de nacer donde uno nace. De Cortázar haber nacido en Colombia Rayuela –no necesito decir que quizá sea la novela más importante escrita en castellano después del Quijote, que fundó todo– se llamaría –ay, horror– “Golosa”.


No creo que en español exista una palabra que incluya tan bien su definición en sí misma como “espero”: Es, ¿pero?


La expesión “literatura universal” –con el perdón de Goethe– tiene un pequeñísimo error: omite los idiomas.


El problema de la literatura es uno: sueño.


Un escritor puro es quien no tiene absolutamente nada que escribir y, sin embargo, escribe.


Viendo los nombres a los que se adjudican premios, los títulos de las obras, las fotos, los argumentos… me doy cuenta que en literatura todo es lo de menos: hasta la literatura.


Le dice el director inédito a la actriz sin estrenar: “te ofrezco la oportunidad de hacer el ridículo que nunca has hecho ni nunca harás en tu vida”.


-Me siento muy solo… Me siento muy solo… ¿Aló?... ¿Aló?


Que Dios lo bendiga, y que María (Magdalena) lo acompañe.


ESTEBAN GIRALDO
IMAGEN: FRANS WESSELMAN