En cierto lugar lleno de una vegetación tan alta que se confundía con las estrellas, se acerca una especie de tentáculo a una cápsula tirada en el suelo, que contenía una especie de papel. La cápsula tenía una inscripción que así rezaba: “Para un nuevo comienzo…”
-Este es un mensaje que dejó escrito el último hombre sobre la Tierra, que será fundamental para profundizar nuestro conocimiento sobre este planeta- decía un líder extraterrestre, usando una serie de sonidos que salían de un orificio ubicado en la “parte frontal” de su “cuerpo”, a una multitud de viscosos entes que atiborraban un ágora improvisada.
–Atención, aprovechando los estudios que he hecho sobre la lengua antiguamente hablada en esta región, traduciré leyendo en voz alta lo que estos incomprensibles grafemas quieren decir:
“Es verdad, hemos llegado a todo avance científico posible. Al menos eso era lo que creíamos. Todas estas edificaciones, todas estas armas, todos estos saberes, etc. sobre nuestro mundo no son más que un Reflejo de la Armonía. La Imagen Invertida del Propósito Inicial. A pesar de reconocer lo errado de nuestro Comienzo y Proceder, mantuvimos una forma de registrar todos los eventos importantes ocurridos desde la instauración del Reflejo como principio subyacente a todo conocer posible. Este método lo llamamos Historia. Lo registrado sólo sirve como idea de lo que quiero representar; para que usted, quien lee el presente texto, entienda un poco mejor a la raza humana.”
El lugar parecía responder con toda clase de sonidos que acentuaban más el silencio de los particulares seres. Silencio que denotaba en algunos la incomprensión y en otros la sorpresa. Viendo tal escena congelada, el líder se decidió a proseguir con la lectura de una forma abrupta, como si hubiese sentido la incertidumbre que ocasiona los puntos suspensivos.
“Todas las teorías que se jactaron de hablar con propiedad sobre el Comienzo e Historia de la Humanidad convergen en un punto. Este Comienzo irrumpió La Armonía de La Physis, o La Armonía de lo que ya estaba. Aparentemente, según cuentan nuestros estudios, hubo un evento primordial que detuvo la unión entre el antepasado del Hombre y La Physis. En un principio, ambos eran uno solo. Llegó un instante en que La Pregunta modificó al antepasado para convertirlo en Hombre. Pregunta que surgió cuando el Hombre hizo del Comprender la esencia de la Physis. Ella le había hablado en un lenguaje incomprensible, que dividía la unificación inicial, la Armonía Inicial. Pero fue el antepasado quien se encargó de agrandar esta grieta hasta un rompimiento total, al punto que por ejemplo en estos, nuestros últimos días sobre este planeta, consideramos la existencia simultánea de un Interior y un Exterior. Fuimos la repetición y encarnación de La Pregunta en un deseo inefable de autoexclusión.
Desde un principio tratamos de solucionar La Pregunta. Buscando la salida a la angustia epistemológica, creamos toda clase de artificios, artefactos y artimañas para encontrar La Respuesta Definitiva. Cada vez que encontrábamos respuestas, La Armonía Inicial aparecía en una remembranza de completitud. Hermana siamés, con un lenguaje cuyo desvelamiento sólo perfecciona las tres creaciones humanas arriba mentadas, pero no dice nada sobre el decir de la Physis. El ciclo repetitivo del preguntarse por ellas es lo que la Humanidad ingenuamente ha llamado Ciencia, cosa totalmente opuesta al lenguaje de lo que ya estaba.
Es de esta manera que llegamos al último paradigma de lo que nosotros llamamos Humanidad: Por las venas de La Verdad circula el gran caudal de La Mentira”
Cuando llegó al punto final el líder ya era esperado, en una de sus naves, para un viaje sin retorno a casa.
JUAN MANUEL GIRALDO
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